Cuantas llamadas no he recibido a lo largo de 20 años en la radio? Algunas llaman la atención por ser graciosas, o con peticiones extrañas pero hay algunas que marcan tu vida. Y un día recibí una de esas llamadas.
Una chica llamo a la linea de cabina y me contó que yo conocía a una persona que ella tenia que contactar. Su historia no es muy diferente a otra. Se enamoro de un chico y ese chico no se enamoro de ella, sin embargo, ella ahora tenia un hijo de el. Debido a su embarazo ella se mudo de estado, quizás para no tener que contestar preguntas de las personas, y aunque intento todo para contactar al chico desde que supo del embarazo el nunca respondió.
Hasta aquí la historia no es muy inusual hasta que me dijo que el chico era un amigo mio. Me dijo, es parte de un grupo musical, y se que tu lo conoces y el te respeta. Al escucharla me sentía culpable pero; yo no había hecho nada mal. Ella me pedía que le ayudara al darle un mensaje a mi amigo. Ella insistió en que el me escucharía a mi y ella podría tener una esperanza de hablar con el. Y entonces podrían ver la situación del bebe y hasta de llevar acabo una prueba de ADN.
Como mujer tenia ese coraje de decir, “este, que se cree.” Cuantas veces no escuchamos esta historia. Y como amiga, pensaba, “que si no es verdad?” No puedo creer que el sea así. Lo pensé un poco y le llame. Le comente mi llamada con la chica. El no lo negó ni lo aprobó. Me dio las gracias por ser respetuosa y dijo que vería que ya no me volvieran a poner en esa situación.
Nunca supe la verdad detrás de esa historia. Pero, son las cosas que suceden, “Detrás del Micrófono.”
Lucas 12:2
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
2 Porque nada hay encubierto, que no haya de descubrirse; ni oculto, que no haya de saberse.